EL CUENTO DE GENJI

Érase una vez, en la Corte Imperial de Japón, un príncipe caído y unos cerezos en flor.
Murasaki Shikibu entreteje el destino de los Genji en el siglo XI, en una novela trepidante en la que el tiempo se detiene. Cada gesto, cada tejido, cada emoción se convierte en poesía.

Mil años después, un tejedor de seda, Itaro Yamaguchi, continúa la tradición. A mano, crea cuatro rollos excepcionales, como un templo de hilo y paciencia.

La historia se teje, delicada y precisa
La naturaleza, siempre presente, se convierte en un motivo, un ritmo, un símbolo
El jacquard se convierte en lenguaje, un homenaje al saber hacer y a la transmisión

Entre pasado y presente, el tejido se convierte en una novela. Y nuestras prendas de punto, un vibrante homenaje a esta obra silenciosa.

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